17. Educar para transformar

«La educación es fundamental y es la herramienta para cambiar el mundo», afirma Nélida Zaitegi, maestra y pedagoga. Una frase que se escucha cotidianamente, pero que pocas veces se lleva a la práctica en cuanto a la búsqueda de dicho cambio o de transformación, ya que el modelo educativo ‘bancario’ como le llamaba el filósofo brasileño Paulo Freire, es el que mejores resultados ha generado al sistema capitalista actual: una ciudadanía adormecida, que reciba información y sin cuestionamientos.

Por el contrario, la Educación para la Transformación Social (EpTS), lo que busca es promover «una ciudadanía no adormecida, una ciudadanía activa, que haga preguntas, que se cuestione las cosas», comparte Paul Ortega, director de eLankidetza- Agencia Vasca de Cooperación para el Desarrollo. Un objetivo que forma parte de la estrategia vasca de EpTS, (H)ABIAN 2030, y que aúna organizaciones sociales, instituciones, redes educativas formales y no formales para promover «la conciencia de las injusticias e inequidades y de lo mal que está el planeta».

(H)ABIAN 2030 cuenta con un recorrido de cinco años en el que se han tejido diálogos con todas las organizaciones que participan desde lo local pero también en lo global, con los intercambios de experiencias para poder responder a los retos actuales: «invasiones, inequidades, violaciones a los derechos humanos, el cambio climático…», son solo algunos de los escenarios que menciona Ortega. Por lo que considera importante visibilizar «las luchas» y las voces de esas realidades, así como promover que la ciudadanía «se alíe de manera participada para mejorar su comunidad, su sociedad más inmediata pero también con una solidaridad global».

«No es el café para todos»

Por su parte, Zaitegi insiste en la justicia social como herramienta para la EpTS, es decir que las y los alumnos deben ser «personas críticas, capaces de pensar, creativas, conscientes del mundo que les rodea y con las herramientas necesarias para crear una sociedad más justa, solidaria y sostenible», pero dicho concepto no solo debe ser pensado únicamente desde la educación formal, sino que aplica para toda la ciudadanía en general, pues la educación no se reduce a las aulas de clase.

Asimismo, considera importante que el cuerpo docente también sea consciente de las realidades del alumnado y más cuando se trata de niñas y niños migrados «¿De dónde vienen? ¿Cuál es su historia? ¿Con qué problemas se enfrentan?» Es decir, «no es el café para todos. Hay niños que aprenden a pesar de los profesores porque ya tienen un bagaje de experiencia pero hay otros niños que necesitan un café, una magdalena y un beso cuando llegan y uno cuando se van», afirma. Te invitamos a que escuches el programa completo: Educar para transformar.