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Mentiras y Verdades

Escrito por el octubre 18, 2023

Una mirada a la realidad actual de Guatemala

Ahora resulta que la narrativa de los golpistas incluye trasladar la responsabilidad de la solución del Paro Nacional al presidente electo, Bernardo Arévalo, a quien acusan de dirigir este movimiento. Cómo pueden pedirle al presidente electo que resuelva los problemas sociales que ellos, el Pacto de Corruptos, han creado. El Pacto de Corruptos tiene como principal actor, peón, a un manipulador compulsivo, psicópata disfuncional, adicto al poder, pero incapaz de asumir su responsabilidad histórica, a un asesino, Alejandro Giammattei. En su última aparición televisiva, pre grabada, el lunes 9 de octubre a una semana del inicio del Paro Nacional, dio un discurso difícil de entender no sólo porque su capacidad para pronunciar palabras está limitada sino porque sus gestos y acusaciones solamente le echaron más gasolina al fuego. 

Al plan de emergencia para recuperar el poder los corruptos, léase los Tres Golpistas, han agregado la inclusión de infiltrados, claramente identificados, a las protestas pacíficas de los guatemaltecos. El lunes pasado la fiscal general apareció demacrada en una presentación televisiva diciendo que ella es la defensora número uno de los derechos humanos en Guatemala. Esta defensora, auto denominada demócrata, pero esencialmente violadora de nuestra Constitución predijo que las protestas serían violentas. De forma casi mágica, mientras el presidente daba su discursito soltaron a los perros y convirtieron la manifestación pacífica de la Plaza Central en un caos. Ese día el país tenía 130 manifestaciones pacíficas alrededor del país.  

El discurso de la fiscal Porras fue escrito por el mismo que le escribió el discurso al presidente Giammattei, Méndez Ruin, el de Funda Terror con los insumos clave de CACIF, la cámara que agremia a empresarios corruptos que han hecho de su finca, Guatemala, una piñata para que sus ineficientes empresas tengan privilegios monopólicos y llenen a diestra y siniestra al país de carreteras mal hechas, de medicina sobre valuadas para decir dos de los negocios corruptos que manejan, de muchos que han empobrecido a los guatemaltecos. 

El discurso de ambos golpistas, Giammattei y Porras incluyó las siguientes mentiras, entre muchas: 1) decir que un «grupito» de personas realizan el Paro Nacional, 2) que dichas manifestaciones eran violentas, 3) que tenían evidencia de invasión extranjera en las protestas, 4) que no hay tal golpe de estado, 5) que ellos están vestidos de primera comunión. En resumen, ni el presidente ni la fiscal se refirieron a las demandas de los manifestantes. Nunca reconocieron el carácter nacional de este inmenso movimiento sino más bien, ofrecieron la fuerza y la represión para callar al pueblo. 

Este Movimiento Social no es de un «grupito», es la mayor protesta en la historia de Guatemala. Si algún «oreja», judicial de los años 80 del siglo pasado, vio a tres gringuitos en los Encuentros, tratando de llegar a Panajachel, no es evidencia alguna de invasión extranjera. Decir que no hay golpe de estado cuando hasta el secretario de la Organización de Estados Americanos, OEA, dijo» que el accionar del MP constituye un ejemplo vergonzoso para el hemisferio», esto es el proceso de asecho y violación a las funciones específicas y constitucionales del Tribunal Electoral, así como el uso de un juzgado penal para perseguir a Semilla, como si fuese una organización criminal, cuando los criminales son ellos: Giammattei, Porras y Orellana. Ahora bien, el discursito televisivo no podía terminar sin la frase trillada aquella «que dios bendiga a Guatemala». ¿De qué dios hablarán estos golpistas? 

El Golpe de Estado en Cámara Lenta sigue su camino. Los golpistas prosiguen como si nada hubiese pasado. A la fecha en que escribo llevamos diez días de un Paro Nacional y nos encontramos en medio del Movimiento Social más grande que ha tenido Guatemala en toda su historia. El liderazgo de los pueblos indígenas ha sido clave y la unión coherente de los movimientos urbanos hacen de esta protesta un ejemplo mundial en la defensa de la democracia y en la lucha por un futuro mejor. 

El Pacto de Corruptos es el actor principal de la bella novela: Crónica de una muerte anunciada. Ellos, los golpistas, tienen los días contados. Ahora su plan es trasladar la responsabilidad de lo que ellos mismos han hecho al presidente electo, el cual ni convocó a las manifestaciones ni organizó los bloqueos, de eso los responsables somos los guatemaltecos que estamos hartos de un gobierno corrupto, de una fiscal arrogante y golpista y de un juez mediocre que se presta a firmar ordenes ilegales para aniquilar nuestra débil democracia. 

Las cartas ya están sobre la mesa. Cada quien jugará su juego. Pero queda claro que estos manipuladores compulsivos son quienes tienen la responsabilidad de llevar al país al caos y a la desesperación. Por eso, debemos mantener la calma, tener la cabeza fría, actuar con serenidad y defender nuestra democracia con fuerza. No nos dejemos manipular por estos golpistas. O es ahora o no será nuca Guatemala. 

Por Fernando Cajas.